Dejar a un animalito solo y desprotegido en la calle siempre será un acto cruel, pero más aún cuando hablamos de una criatura que dentro de su vientre lleva otras vidas.
Lamentando mucho, esto no conmovió a los responsables de Pickles, una pitbull de 2 años que fue encontrada en la calle por los oficiales de Control Animal.

Cuando Pickles estaba en las últimas semanas de su embarazo, sus dueños simplemente se cansaron de ella y decidieron que ya no querían tenerla.
Los oficiales que la encontraron en la calle la recogieron de inmediato y quedaron conmovidos al ver su estado.

Pero, al comunicarse con sus “responsables”, éstos decidieron que ya no la querían consigo así que no pensaban reclamarla en lo absoluto.

Se trata de un centro especializado en perritas embarazadas y lactantes, así que la futuar madre estaría bien atendida y no sólo ella, sino sus cachorros también, en el momento en que nacieran.

Aunque Sykes tenía en mente unas poses feroces y atractivas para la sesión de la futura mamá, Pickles hizo de las suyas y decidió ella por completo cómo llevar el asunto con su divertida personalidad.
«Estaba tan emocionada que apenas podía quedarse quieta. ¡A ella le encanta el cariño y las golosinas y estaba feliz de participar! ¡La parte más difícil fue lograr que se quedara quieta porque ama tanto a la gente!», dijo Sykes.